fbpx

La oficina de Gestión Ambiental de La Pintana ha sido pionera en plantear el cambio climático y la sustentabilidad como ejes del desarrollo de su comunidad.

Tiempo atrás, hubo una misión tecnológica patrocinada por el gobierno de Suecia para conocer la experiencia en el desarrollo de ciudades sustentables. Recorrimos algunos proyectos de barrios carbono- neutrales en las ciudades de Estocolmo y Malmo, pudimos ver cómo obtienen energía de la basura y recuperan de ambientalmente áreas que fueron un sector industrial.

La mayor sorpresa la viví en una presentación en el Instituto Real de Tecnología KTH de Estocolmo, en donde expusieron como ejemplo un proyecto de recuperación de basura orgánica para compostaje en cooperación con la Ilustre Municipalidad de La Pintana en Chile. El orgullo como chileno fue enorme al escuchar frente a mis pares internacionales que aparecíamos como un ejemplo de sustentabilidad urbana,

La Gestión Ambiental de La Pintana lleva más de 20 años desde su creación de la mano de su municipalidad y su concejo, hablamos de una comuna periférica de transición urbano-rural, que a principios de los 90 se vio ocupada de cientos de familias erradicadas en guetos de viviendas sociales que colmaron la capacidad del municipio para responder a las demandas de salud, seguridad, educación, áreas verdes, recolección de basura entre otras atenciones municipales. Fue tan critica la situación que incluso el alcalde Pavez tuvo que negarles permisos de edificación al Minvu, a pesar de los problemas que provocó la mala planificación del Estado en su comuna, su consecuencia y liderazgo no impidieron que perseverara en su visión.

Así es como con pocos recursos y el apoyo de su director de Gestión Ambiental, Manuel Valencia y su equipo, La Pintana ha creado innovadoras estrategias como un proyecto de jardinerías que se construyen con neumáticos usados y escombros abandonados en las platabandas, lo que contribuye un crecimiento de la arborización.

Se han desarrollado programas de riego y cultivo hidroponico domestico y otras bajo costo y alto impacto. Así el programa de reciclaje de aceites usados que se recolecta de aceites hogareños, restaurantes y carros de sopaipillas para convertirlos en biodiesel, fue reconocido con el premio Foro Santiago 2014 en la categoría Comunidad y Energía. Su valor no sólo es de carácter ambiental al evitar que se viertan más de tres mil litros de aceite acuífero capitalino , también es económico, ya que más del 25% de la flota de camiones municipales se moviliza con biodiesel.

Fuente